Fué un 17 de Febrero de 1936 cuando en el "Journal American" empezó la publicación de la saga de "The Phantom" de Bangalla, al que muchos suponen ser inmortal. Jamás, desde entonces, hemos sabido mucho sobre él, solo las señas mínimas de su identidad, identificación exterior, indicativos de una personalidad ambigua e introvertida, marcada por el juramento mítico de hace cuatrocientos años, que continúa como si le persiguiera su propia maldición.
Divulgado hace más de cuarenta años en los cómics, y ya con cuatro siglos, se mantiene así un sortileggio, o secreto intemporal -la eterna juventude de "The Phantom"- con su duplicidad como hombre (existencia) y símbolo (esencia). Efectivamente, al contrario de la mayoría de los héroes del cómic, "The Phantom" no es solo un ser, pero sí una estirpe: el primogénito de la familia que, generación tras generación, viene heredando el título y la misión terrible del fantasma que camina.
Todo empezó en 1525, cuando sir Christopher Standish, un noble inglés, asistió a la muerte de su padre, víctima de los piratas Singh, junto a la costa de Bangalla. Ante su cadáver, y sobre la calavera del asesino, ha jurado combatir "la piratería, la crueldad y la injusticia", estigma que extendió a todos sus descendientes. El actual "The Phantom" encarna la vigésima primera generación de justicieros enmascarados. Habiendo estudiado en los Estados Unidos bajo el nombre de Kit Walker, allí conoció -adolescente- aquella que muchos considerarían su novia eterna: Diana Palmer, una bellísima mujer y notable deportista, trabajando ahora para la comisión de Derechos Humanos de la ONU.
La gran sorpresa surgió, todavía, en 1977: contra todas las expectativas, The Phantom y Diana se han casado en ceremonia consumada el 10 de Diciembre, cuando son declarados marido y mujer, en simultáneo, por los presidentes Luaga de Bangalla y Goranda de Marfiliana. Entre los invitados, la madre de Diana y el tío David, los príncipes de la montaña brumosa, los jefes-guerreros africanos, el coronel Worubu, el doctor Axel, y ¡cosa insólita! dos personajes del cómic, si bien ajenos a la propia historia de el hombre enmascarado, pertenecientes al mismo autor de ambas historietas Lee Falk: Mandrake y Lothar.
Todo ocurrió en el corazón de la selva profunda, en la caverna de la calavera. Dirigió la etiqueta el viejo y sabio Mozz. Miss Tagana fué la dama de honor de Diana, y el jefe Gurán presentó a The Phantom... Los temibles pigmeos Bandhar han montado la guardia. La noche de nupcias fué pasada en la playa dorada de Keela-Wee, en la cabaña de jade y prosiguió la luna de miel en la isla del Eden, donde los animales viven en paz y libertad.
Después Diana volvió a Nueva York, empeñada -como mujer moderna y positiva feminista- en su carrera. The Phantom se ha dedicado nuevamente a la lucha contra el mal, con episódicas visitas a los Estados Unidos... Ha salvado a su mujer del tirano Tarakimo, y al tío David de un grupo asaltante. Pero no paran aquí las novedades de esta saga. En Diciembre de 1978, Diana anuncia a su esposo que está grávida. En Febrero de 1979, contrariando los consejos maternos, parte en avión para Mawitaan, Bangalla... El 30 de Abril, la selva se estremece de regocijo, cuando se anuncia que The Phantom tiene un descendiente varón. Momentos después, el espanto general: ¡nace también una niña! Los gemelos se llamarán respectivamente, Robert-Christopher y Eloisa.
Es muy grande la curiosidad en torno a las razones que han llevado a Lee Falk, el autor de la prestigiada serie (publicada en quinientos periódicos de cuarenta países, en quince lenguas) la más comercial de la King Feature Syndicate, a tan profundas alteraciones en el contexto biográfico de The Phantom. La más plausible sería asegurarle sucesión sin sobresaltos. Por eso Mandrake, de quién también es su creador, sigue en la misma en relación a Narda.
Un motivo a sensibilizar, particularmente, sería el propio matrimonio del veterano escritor, en ese mismo 1977, con Elizabeth Moxley... Y, por otro lado, ¡no olvidemos que 1979 fué el Año Internacional del Niño! Así, aunque The Phantom siga arriesgando su vida, en cualquier parte del mundo, podrá hacerlo en la tranquilidad de la perpetuación de su mito.
Sin embargo la controversia sobre el fantasma que camina permanece, en otros muchos sectores. La independencia de las regiones indostánicas y oriental-africanas, después de la segunda guerra mundial, han llevado a, progresivamente, alterar las coordenadas geográficas del país de los Bandhar (Bengala, Bengli, Bangalla). Aparte eso The Phantom está cada vez más en América del Norte y otras zonas políticamente definidas -esto es- : fuera de sus legendarios dominoos territoriales.
Estos significativos retrocesos, prueban que el planeta está quedando más pequeño y muestran otro fenómeno sugestivo en The Phantom: no solamente su estatura heróica y el propio universo en el que le había situado Falk, su autor, para darle una dimensión (aún) más enigmática, pero realista, se está volviendo cada vez más fantástico. En suma, el espíritu del fantasma que camina deambula igual, ahora, el territorio originario donde le colocaron inicialmente, sin quiebra de credibilidad, que su peregrinaje o viajes por todo el mundo. Por el contrario, The Phantom puede, efectivamente moverse más a su gusto en un período en que la corriente de la historia, la realidad en transformación vertiginosa, va robusteciendo y acreditando su ideal -tan antiguao como el hombre-, en lucha contra las fuerzas malignas.
Imágenes e información tomados de un artículo escrito por José de Matos-Cruz en Sunday Cómics Número doble 7/8 año IV Junio 1980.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario